¿Cómo se juega a Cartas contra la humanidad?
¡ADVERTENCIA! No es un juego válido para todo el mundo.
Cartas contra la humanidad es un juego muy divertido, perfecto para aquellos que les encanta hacer bromas con todo lo que sea políticamente incorrecto y los más atrevidos. El objetivo principal del juego es dar la respuesta más divertida y ocurrente a preguntas aparentemente inocentes.
Cartas contra la humanidad es un juego que no tiene límite de jugadores. Se puede jugar a partir de 3 jugadores hasta en la cantidad que sean.
Reglas de Cartas contra la humanidad
Para comenzar el juego, primero repartiremos 10 cartas blancas o de respuesta a cada jugador. Una vez que hemos repartido todas las cartas a todos los jugadores veremos quién ha sido el último jugador en haber cagado. Por que sí, el jugador que haya cagado más recientemente recibirá el título de Zar y sera el jugador principal (al menos en esta primera ronda).
El Zar cogerá el bloque de cartas negras o preguntas y formulara la pregunta de la carta que esté más arriba. A continuación el resto de jugadores cogerá as cartas blancas que tengan en la mano y elegirán cuál es la que responde mejor a la pregunta o a la situación. En ocasiones será posible entregar dos cartas al Zar y el orden de las cartas será importante.
El Zar leerá las cartas en voz alta y elegirá la que más le guste. Ese jugador se llevará una carta negra que representa un punto de victoria. A continuación todo el mundo vuelvo a coger tantas cartas blancas como sean necesarias para tener 10 en su mano, y el jugador que se encuentra al lado del Zar, en el sentido de las agujas del reloj se convierte en el nuevo Zar.
Notas adicionales
Durante el juego hay distintas acciones que tener en cuenta. Si durante la partida no conoces alguna palabra podrás tirarla pero tendrás que humillarte diciendo que eres un maldito inculto. La segunda es que, si tienes puntos de victoria y tienes cartas blancas que no te sirven puedes decir que son muy aburridas, que no tienen nada que ver, o que de verdad no van a hacer reír a nadie o te causan conflicto. Entonces puedes decidir sacrificar uno de tus puntos por una de tus cartas de victoria nueva.