Civilization juego de mesa

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Estamos en el año 8000 antes de nuestra era, más o menos. Nuestros antepasados han dejado atrás los tiempos de la mera supervivencia, ahora cultivan los campos, se tejen la ropa, viajan por el mar, levantan ciudades. Poco a poco, aprenderán muchas más cosas: los mitos, los precios y el dinero, a resistir las calamidades naturales, a organizarse.

Milenios más tarde, unos centenares de años antes de Jesucristo, crearán literatura, harán las primeras leyes, vivirán en democracia. Todo eso es CIVILIZATION, un juego en el que los jugadores avanzan en la historia de los pueblos del Mediterráneo.

Cada participante rige los destinos, los avatares, las ilusiones de un pueblo: tú eres un audaz asirio, o un indomable cretense, o un esforzado babilonio, o un valiente tracio, o un intrépido egipcio, o un osado ilirio. Civilization es el juego total. No hay dados ni combates. Hay pueblos que se reproducen, crean ciudades, cobran impuestos, construyen barcos, comercian y negocian, luchan contra los desastres naturales y los provocados por el hombre, aprenden oficios, adquieren cultura.

¿Cómo jugar a civilization?

Cada jugador, quiero decir cada pueblo, comienza con una única ficha, que equivale a una tribu de una de las muchas regiones salvajes del sur de la actual Europa. En cada turno, la tribu se reproducirá y viajará a las regiones vecinas, teniendo cuidado de que la región sea bastante fértil para alimentarse. Cuando en una región se han instalado cinco tribus del mismo pueblo, éste puede construir una ciudad. De estas ciudades cobrará impuestos, que servirán para tener dinero con el que podrá comprar mercancías y construir barcos para llegar a nuevas regiones donde, a su turno, podrá crear ciudades, cobrar impuestos, etc. los adversarios, como y ganar dinero? Pues, no. •¿Es aniquilar a ¿El objetivo es crecer Tampoco. El objetivo :s en la mayoría de los juegos de estrategias del civilización. Cada p uaevbalnzo tiene nen e luanhespacioistoria , conquistar qe lumis teaj ro elementos el juego: la tabla de sucesión arqueológica (TSA). A medida que cumple determinados requisitos, puede moverse una casilla de la tabla, acercándose más y más al año 250 antes de nuestra era. Gana el primer jugador que llega. En medio los pueblos habrán debido aprender a comerciar con pieles, sal, trigo, piedras, gema y oro con los otros jugadores. En las negociaciones para vender lo que tiene y comprar lo que falta, un pueblo no esta obligado a dar toda la información. Le conviene ser astuto. Incluso, mediante algunas cartas que podrían muy bien ser cartas de mercancías, se puede hacer estallar una revuelta o provocar una inundación o sequía.

Las nuevas mercancías sirven para conseguir cartas de civilización. Ademas de puntos para ganar, otorgan otras ayudas al jugador que las posee: con la carta de astronomía, los barcos surcarán mejor el mar, la medicina reducirá los efectos de una epidemia…

El jugador que quiera ganar en Civilization deberá tener, además de astucia y capacidad de persuasión, dosis considerables de ambición y prudencia, deberá ser discreto y arriesgado. Por encima de todo, deberá ser buen estratega: sin planificación no es posible ganar en Civilization.

En este juego encontramos por primera vez unos mecanismos y unas herramientas que después se han reproducido o adaptado en muchos otros juegos: fichas con dos caras (las fichas de población se convierten en dinero cuando se giran), la TSA, unas tarjetas con una explicación sucinta y clarísima de las trece fases de que se compone cada jugada.

Sobre todo, el gran triunfo del juego es la idea misma de la estrategia: cada paso que se da sólo sirve para el siguiente, y todos los pasos son necesarios e importantes. El gran handicap de Civilization es la duración de las partidas. Una mesa con siete jugadores que quieran jugar hasta el final deberá tener bebidas y alguna cosa de comer, porque fácilmente pueden necesitarse unas diez horas.

Pero, en este juego casi perfecto, incluso eso está resuelto. Civilization no es un juego especialmente competitivo, se puede  jugar un rato y no acabar la partida sin que pierda en absoluto su encanto. También pueden hacerse partidas más cortas, si no se dispone de tanto tiempo y se quiere saber quien ganará.

Fuente: El mundo en juegos de Oriol Comas i Coma