El objetivo en una partida de Alquerque es devastar las señas del contendiente. En cada límite solamente puede haber una identidad. Se mueve por turnos. En cada trastada puede recorrer una filiación a un extremo vecino o brincar arriba de una filiación adversaria colindante al acierto subsiguiente en la misma línea para capturarla.
Las capturas son obligatorias y pueden encadenarse. Si se encadenan, cada brinco puede ser en una enseñanza singular. Las identidades adversarias capturadas se retiran del buque y no participan más en la partida. Si un tahúr tiene la decisión de ejecutar una captura y no la hace, el otro tahúr le «sopla» (elimina) la identidad con la que habría tenido hacerlo.
El Alquerque es uno de los naipes de tanteador más antiguos. De esto da tentativa que se hayan topado buques que podrían haber echado precisamente para jugueteado, grabados en arenillas que tienen miles de años. Con todo, la primera novedad escrita que tenemos del Alquerque está en el manuscrito en lengua árabe Kitab Al-aghani, del siglo X, adonde aparece con el renombre de Al-qirkat.
Y fueron justamente los árabes los que debieron traer el encaje a la península Ibérica, desde adonde el Rey Sabio lo difundió por toda Europa. En Cataluña hay un buen argumento de ello: en las zapas del antiguo mercado del Born de Barcelona hay un ábaco de Alquerque grabado en el asfalto que fecha, como mínimo, de 1714.
La perduración del Alquerque aún puede medirse por el gran guarismo de variantes de juego, unas cuantas docenas, y de contadores, cuadrados como los del Alquerque original (Fetach, Marruecos; TerhÜchÜ, India), no obstante asimismo revistas (Pretwa, India) e aun con otras facetas más caprichosas (Awithlak-nannai, de los indios zuni norteamericanos, con perfectamente las mismas menstruaciones que el Alquerque; Perali Kotuma, Sri Lanka), que provienen sin rodeos de él. Otros entretenimientos como las Damas o el Fanorona, aparecidos en épocas, descripciones y demarcaciones enormemente alejadas. Los dos tienen en común que su raíz de musa directa es el Alquerque.
DABLOT PREJJESNE
En este extravagante familiar lapón del Alquerque se enfrentan, por un flanco, 28 guerreros enfocados por un rey y un príncipe y, por el otro, 28 ganaderos, al dominio de un latifundista y su hijuelo. El buque es de una medida dispar del Alquerque original, como además lo son el dato de señas y el hecho increíble de que las identificaciones no son todas iguales, sino que se ha metido una graduación. Así, las filiaciones solamente pueden arrestar a sus iguales o inferiores: un príncipe no puede sujetar a un latifundista y un ganadero únicamente puede aprisionar guerreros. Por lo demás, las menstruaciones son las mismas del Alquerque tanto por lo que hace a balanceos como a las capturas, que ya no son, empero, obligatorias.
YOTÉ
El parentesco de este equipo de África occidental con el Alquerque es quizá más lejano, porque el ábaco ahora no es una red de líneas y grados, sino un tablón de seis por cinco orificios en el piso. Sí que comparten el espectáculo de filiaciones y uso de captura, saltando en lo alto de la filiación adversaria. Una partida de YotÉ comienza con el tablón vacío. Por turnos, cada tahúr pone una filiación en la caseta vacía que quiera o mueve una identidad ahora apuesta en el tablón. Los balanceos (y las capturas, una sola identidad cada sucesión) se hacen en línea recta, luego no en diagonal. Quizá la máximo diferencia con el Alquerque, y lo que hace del Yote un entretenimiento trepidante, es que sujetar una parodia adversaria tiene triunfo, porque permite prescindir otra alcoba adversaria, la que se quiera. Gana quien deja a su contrincante sin identidades.
SRAND
En 1978 apareció en Francia un dígito singular de la circular Science et Vie (similar a la periódica española Investigación y Ciencia), dedicada a los goznes de virilidad. Se hacía un trayecto del fenómeno de los goznes de numerador desde diversas aproximaciones colegiales y sociales y se reseñaban unos ciento veinte conjuntos normativos y modernos. Esta edición significó el lugar de partida de la salida del engranaje de prudencia en Francia.
Justo a posteriori, y incluso 1990, apareció la impresión asociada Jeux & Stratégie, que representó un exitoso y no avanzado test de difusión del juego entre el gran público. En el dato 27, de junio de 1984, podemos acertar un importante artículo de Abdallahi 0l Bah sobre el Srand o Dhamet, el conjunto de los errantes del Sáhara. En un ábaco más grande y con más identidades que en el Alquer-que (9 x 9 espacios, 40 + 40 fichas), el Srand mantiene dos gran-des diferencias con él.
Una es que las filiaciones siempre se mueven hacia ante, tampoco hacia el emplazamiento tampoco hacia antes, aparte en las capturas, que pueden contextualizar en cualquier autoridad. La segunda es que cuando una identidad llega a la última fila se convierte en sultán. Como en las Damas, coronamos la filiación con otra del mismo color. El sultán se mueve en cualquier soberanía y para enlazar puede cumplir largos volatines, en otras palabras, puede piruetear arriba de una filiación adversaria de la misma línea, no obstante no sean contiguas. Evidentemente, el trayecto inclusive la identificación debe estar descocado y incluso debe estarlo el límite subsiguiente a la identificación capturada, para que pueda bajarse el sultán.
Fuente: El mundo en juegos de Oriol Comas i Coma