Juegos de ajedrez

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El juego de ajedrez es uno de los grandes referentes de la cultura popular mundial. Forma parte de la vida cotidiana de millones y millones de personas, está presente en muchos programas de enseñanza, todos los días se juegan millones de partidas de AJEDREZ, todos los días nuevas personas aprenden los movimientos y quedan fascinadas. Encontramos jugadores y partidas de AJEDREZ en la historia de la pintura, de la literatura, en el cine… la lista es inacabable. Los grandes maestros son personajes famosos y reciben prácticamente la misma consideración que las grandes estrellas de cine. En todos los periódicos hay problemas de AJEDREZ. Seguramente, en muy poco tiempo, la poderosísima FIDA (Federación Internacional de Ajedrez) conseguirá que el Comité Olímpico Internacional otorgue la categoría de deporte al AJEDREZ. En España, la Federación Española de Ajedrez agrupa actualmente a más de veintisiete mil jugadores en activo.

El AJEDREZ, como juego, es inagotable. Esta batalla entre dos ejércitos jerarquizados que luchan a campo abierto para matar al rey enemigo es uno de los temas que más libros ha hecho escribir: se calculan como poco en más de veinte mil los libros sobre la técnica del juego. Con el AJEDREZ, se hacen problemas, fantasías, miniaturas. Se investigan continuamente nuevas formas de jugar, nuevas formas de abrir partidas. Las partidas magistrales son diseccionadas hasta encontrar el camino que quizás habría podido hacerlas cambiar. De todos los juegos, el AJEDREZ es seguramente el que más veces ha sido copiado, del que más veces han salido otros juegos con la misma esencia.

No hace falta decir que la informática ha llegado al AJEDREZ, ¡y cómo! Después de la victoria de Deep Blue sobre el campeón Garry Kasparov, nada volverá a ser lo mismo. Podemos decir que, sin llegar a jugar al AJEDREZ de una manera artística o científica (que es como lo hacemos los humanos), los ordenadores están imponiéndose en el AJEDREZ y no únicamente por su fuerza bruta, por la capacidad de procesar millones y millones de jugadas de manera casi inmediata.

Pero estamos hablando sólo del AJEDREZ que conocemos en Occidente, el que popularizó el rey Alfonso X el Sabio en su famoso Libro de axedrez, dados y tablas de 1283. Y el AJEDREZ, la gran familia de los juegos de AJEDREZ, es mucho más que el AJEDREZ que jugamos nosotros. Fue creado hacia el siglo VII, en India o China, según la línea de investigación que sigamos. Quizá provenga de un antiguo juego indio, el CHATURANGA, que ya tenía algunos de los componentes del actual AJEDREZ: se jugaba en un tablero de 64 casillas y algunas piezas ya recuerdan las actuales. Pero otros elementos del juego lo alejan un poco del AJEDREZ: en el Chaturanga jugaban cuatro jugadores que se ayudaban de dados para hacer los movimientos. Desde India, el AJEDREZ quizá derivó hacia Persia y se introdujo en Europa a través del mundo árabe.

La International Society for Board Games Studies es un grupo interdisciplinario dedicado a la investigación y a la búsqueda sobre los juegos de tablero y su desarrollo en la historia. En su boletín número 3, editado en 2000, el académico Alex R. Kraaijeveld propone estudiar el origen del AJEDREZ desde una perspectiva filogenética, cosa que lo lleva a comparar los diferentes juegos y variantes del AJEDREZ a lo largo de la historia, las piezas, los tableros, las reglas… hasta un total de 109 variables. De ello deduce, después de analizar más de cuarenta posibilidades, que el antecesor del AJEDREZ, al menos de la mayoría de los juegos de AJEDREZ, fue, sin menospreciar a otros, el CHATURANGA indio.

Con todo, sea cual sea su origen y su antecesor, el AJEDREZ, además del «nuestro», es todos los demás ajedreces, algunos tan importantes como el nuestro. Además del AJEDREZ occidental, se presentan también el XIANGQI ajedrez chino y el SHOGI ajedrez japonés.

El juego de Ajedrez clásico

Como mínimo, el ajedrez clásico es una larga historia, un tablero, unas piezas y sus movimientos, unas reglas precisas, unas técnicas básicas de juego y de finales, una completa enciclopedia de aperturas, un sistema de competición, muchas maneras de jugar, una enorme puerta abierta a muchos otros juegos.

El AJEDREZ, a la vez juego, arte y ciencia, es sobre todo una de las grandes invenciones de la mente humana. La propia palabra ajedrez debe de provenir del término persa shatrang o juego del sha, que a partir del latín ludus scaccorum ha dado la mayoría de los nombres del juego. En su propio nombre, pues, encontramos la base del juego: hay un rey, que es la pieza más importante; en el tablero de AJEDREZ, todo gira a su alrededor.

El AJEDREZ es un juego para dos jugadores. Se hace por turnos en un tablero, compuesto de 64 casillas alternativamente blancas y negras. El objetivo del juego es eliminar o hacer rendir al rey adversario. Cada jugador dispone de ocho piezas (rey, dama, dos torres, dos caballos y dos alfiles) y ocho peones.

Comienzan las blancas y se juega por turnos. Cada una de las fichas tiene un movimiento determinado. En cada casilla sólo puede haber una ficha y, al moverse, las fichas -salvo el caballo– nunca pueden saltar por encima de las demas. Cuando un peón ha recorrido todo el tablero y llega al final de una columna, se cambia por cualquier pieza de su color, salvo el rey. Una jugada especial, llamada enroque, en la que intervienen el rey y una torre, permite proteger al rey.

Si una ficha acaba el movimiento en una casilla en la que hay una ficha adversaria, la elimina y ocupa su lugar; la ficha capturada se quita del tablero. Si es el peón quien hace la captura, se mueve de una manera diferente de la normal: avanza una casilla en diagonal.

Cuando una ficha se pone en una casilla en la que amenaza al rey adversario, debe avisarle del jaque, y el rey amenazado debe abandonar la casilla que ocupa o parar el ataque interponiendo una ficha entre el rey y la ficha atacante. Cuando el rey está en jaque mate, es decir, cuando no puede moverse a ninguna casilla no amenazada y no puede parar el ataque, pierde la partida. En determinadas circunstancias, puede haber tablas: cuando no hay suficientes fichas para hacer jaque mate, por repetición de movimientos, cuando uno de los dos reyes está «ahogado» (no puede moverse a ninguna casilla no amenazada y no puede mover ninguna otra ficha) o simplemente por acuerdo entre los jugadores.

Además de las partidas convencionales, cuando ya se sabe bastante se puede jugar al AJEDREZ de otras maneras. como las «partidas relámpago», en las que cada jugador dispone de muy poco tiempo para toda la partida. Aun más, los maestros hacen exhibiciones como jugar simultáneamente contra un montón de jugadores, cada uno con su tablero, o jugar a ciegas, de espaldas al tablero, con la única información de los movimientos de las fichas del adversario.

El ajedrez fascina a personas de toda condición. Hay, además. algunas personas que dedican buena parte de su tiempo libre a la creación y a la práctica de juegos basados en el ajedrez, lo que se denomina variantes o ajedrez heterodoxo. Quizás el más notable cultivador de este género es el experto en juegos británico David Pritchard, a quien debemos una voluminosa e inagotable Encyclopedia of Chess Variants (1994), con centenares de variantes del juego del rey.

Fuente: El mundo en juegos de Oriol Comas i Coma